La gestión de posiciones es, de hecho, un arte, y este arte no tiene una respuesta estándar; al final, debe coincidir con la cantidad de tu capital, tu tolerancia al riesgo y tu modo de operación.

Una buena gestión de posición hará que las correcciones sean mucho menores, y también permitirá tener agresividad en momentos de subida.

Al final, hay que encontrar un equilibrio entre la ofensiva y la defensa, y localizar un punto que se adapte a uno mismo. Solo atacar sin defender, al final será contraproducente, mientras que solo defender sin atacar, difícilmente traerá buenos beneficios.

Una persona necesita al menos 5 años para encontrar el modelo de gestión de posición que le convenga.