Los mercados financieros globales tuvieron un día agitado. Subidas y bajadas por todas partes. En Europa, la Bolsa de París subió un poquito. Nada del otro mundo. Los inversores franceses andan con pies de plomo.

Wall Street apenas se movió. El Dow Jones se quedó ahí, rondando los 52.000 puntos. Curioso, después de los récords de ayer.

Asia tuvo mejor suerte. El Nikkei japonés subió. Hong Kong también. Parece que por allá las cosas van mejor.

El dólar perdió fuelle. El euro se puso las pilas y ganó terreno. Quién lo diría.

El oro sigue imparable. Casi 3.800 dólares la onza. Una locura. La plata y el platino también subieron, pero no tanto.

Los inversores andan como locos mirando datos y señales. Quieren adivinar qué harán los bancos centrales con las tasas. Es como jugar a las adivinanzas. Veremos qué pasa.