El offshore Renminbi (CNH) operó relativamente estable el martes, con una Tasa de cambio dólar/Renminbi de 7.1134, con una caída de menos del 0.1% en el día. La atención del Mercado se ha desplazado hacia los datos de inflación de China de agosto que se publicarán en la madrugada del miércoles (01:30 GMT).
Se espera que el Índice de precios al consumidor (IPC) de agosto disminuya un 0.2% interanual, en comparación con el 0% de julio, lo que podría reavivar las preocupaciones sobre la salud de la demanda interna en China.
Hoy, en particular, estoy atento a este informe, que será una prueba de la credibilidad de la política económica de Beijing. El Banco Popular de China estableció hoy la Tasa de cambio dólar/Renminbi en 7.1008, ligeramente por debajo del nivel del día anterior, lo que indica una voluntad de controlar la depreciación de la moneda. Este nuevo indicador macroeconómico determinará la tendencia de las expectativas monetarias y también evaluará la capacidad del gobierno para combatir eficazmente la deflación.
Análisis técnico de la Tasa de cambio dólar/Renminbi: la tendencia bajista continúa
Aunque tuvo un rebote temporal hasta el máximo de 7.4291 del 8 de abril, la Tasa de cambio dólar/Renminbi ha estado claramente en tendencia bajista desde principios de año.
Este par de divisas acaba de alcanzar un nuevo mínimo desde el 6 de noviembre de 2024, en 7.1133, y la próxima zona clave de soporte se sitúa en 7.1000, nivel que en el pasado ha formado un fondo de precio y también corresponde a la línea de tendencia bajista en el gráfico diario.
Si se rompe claramente esa zona, la Tasa de cambio dólar/Renminbi podría caer aún más hasta el mínimo de septiembre de 2024 en 6.9713. Si el soporte en torno a 7.1000 se mantiene, el par podría rebote hasta la media móvil simple de 100 días, actualmente en 7.1873.
Resiliencia económica y riesgo de deflación coexistentes
Desde principios de año, la economía china ha mostrado cierta resiliencia, con un crecimiento del PIB del 5.3% en el primer semestre, impulsado por la recuperación del consumo y el aumento de las exportaciones a mercados fuera de Estados Unidos.
Sin embargo, como señaló Christine Peltier del Banco de París, “la lucha contra la deflación aún no ha terminado”.
La desaceleración de la actividad industrial en julio (interanual del 5.7%, frente al 6.6% del primer semestre) y la contracción en la inversión en manufacturas (-1.3% interanual) indican que el impulso económico se está debilitando.
El descenso de los precios ha aumentado las preocupaciones. El IPC de julio se mantuvo en 0%, y se espera que los datos de agosto puedan caer en territorio negativo.
El mercado en general predice una caída interanual del 0.2%, y según informó Wallstreet.cn, instituciones locales como CICC incluso anticipan una caída del 0.4%, debido al efecto base alto y a la debilidad en los precios de los alimentos.
La tendencia del Índice de precios al productor (IPP) tampoco es optimista. La deflación en el sector industrial continúa, en línea con la débil demanda final y la caída en los precios de las materias primas.
Deflación y competencia interna: la difícil situación de Beijing
Beijing enfrenta una situación económica cada vez más difícil. Por un lado, las autoridades han intensificado los esfuerzos para combatir la “competencia interna” mediante medidas para reducir la sobrecapacidad, limpiar el entorno competitivo y apoyar los precios en varios sectores industriales clave.
Por otro lado, estas políticas podrían presionar el empleo a corto plazo, especialmente en sectores con baja productividad o altos niveles de endeudamiento.
Según el análisis del Banco de París, “el éxito de esta estrategia dependerá de la capacidad del gobierno para mantener el apoyo a la demanda interna”.
Sin embargo, las medidas actuales siguen siendo cautelosas. Aunque se han lanzado subsidios al consumo, subsidios infantiles y reducciones de tasas de interés dirigidas, el gasto familiar sigue siendo frágil, con un crecimiento en las ventas minoristas de julio del 3.7%, por debajo del más del 5% en la primera mitad del año.
IPC de agosto: una publicación de alto riesgo
Los datos de inflación de China que se publicarán próximamente no son solo un indicador simple: serán un barómetro de la credibilidad de la política económica del país.
Si se confirma una expectativa de volver a entrar en territorio deflacionario, el mercado podría anticipar que las autoridades tomarán medidas más contundentes, ya sea mediante una política monetaria expansiva o nuevas medidas fiscales para apoyar la demanda.
En cuanto al Renminbi, en el corto plazo podría seguir fortaleciéndose frente al dólar, a menos que ocurran sorpresas positivas en los precios o cambios políticos imprevistos.
Creo que esta lucha entre deflación y lucha contra ella refleja en realidad el dolor de la transformación económica de China. Los responsables de la política deben encontrar un equilibrio entre la estabilidad a corto plazo y los ajustes estructurales a largo plazo, lo cual no es tarea fácil. Si los datos del IPC de mañana siguen empeorando, el Renminbi podría enfrentarse a nuevas pruebas de resistencia.
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El renminbi en duda: los datos del IPC evaluarán la estrategia de Beijing contra la deflación
El offshore Renminbi (CNH) operó relativamente estable el martes, con una Tasa de cambio dólar/Renminbi de 7.1134, con una caída de menos del 0.1% en el día. La atención del Mercado se ha desplazado hacia los datos de inflación de China de agosto que se publicarán en la madrugada del miércoles (01:30 GMT).
Se espera que el Índice de precios al consumidor (IPC) de agosto disminuya un 0.2% interanual, en comparación con el 0% de julio, lo que podría reavivar las preocupaciones sobre la salud de la demanda interna en China.
Hoy, en particular, estoy atento a este informe, que será una prueba de la credibilidad de la política económica de Beijing. El Banco Popular de China estableció hoy la Tasa de cambio dólar/Renminbi en 7.1008, ligeramente por debajo del nivel del día anterior, lo que indica una voluntad de controlar la depreciación de la moneda. Este nuevo indicador macroeconómico determinará la tendencia de las expectativas monetarias y también evaluará la capacidad del gobierno para combatir eficazmente la deflación.
Análisis técnico de la Tasa de cambio dólar/Renminbi: la tendencia bajista continúa
Aunque tuvo un rebote temporal hasta el máximo de 7.4291 del 8 de abril, la Tasa de cambio dólar/Renminbi ha estado claramente en tendencia bajista desde principios de año.
Este par de divisas acaba de alcanzar un nuevo mínimo desde el 6 de noviembre de 2024, en 7.1133, y la próxima zona clave de soporte se sitúa en 7.1000, nivel que en el pasado ha formado un fondo de precio y también corresponde a la línea de tendencia bajista en el gráfico diario.
Si se rompe claramente esa zona, la Tasa de cambio dólar/Renminbi podría caer aún más hasta el mínimo de septiembre de 2024 en 6.9713. Si el soporte en torno a 7.1000 se mantiene, el par podría rebote hasta la media móvil simple de 100 días, actualmente en 7.1873.
Resiliencia económica y riesgo de deflación coexistentes
Desde principios de año, la economía china ha mostrado cierta resiliencia, con un crecimiento del PIB del 5.3% en el primer semestre, impulsado por la recuperación del consumo y el aumento de las exportaciones a mercados fuera de Estados Unidos.
Sin embargo, como señaló Christine Peltier del Banco de París, “la lucha contra la deflación aún no ha terminado”.
La desaceleración de la actividad industrial en julio (interanual del 5.7%, frente al 6.6% del primer semestre) y la contracción en la inversión en manufacturas (-1.3% interanual) indican que el impulso económico se está debilitando.
El descenso de los precios ha aumentado las preocupaciones. El IPC de julio se mantuvo en 0%, y se espera que los datos de agosto puedan caer en territorio negativo.
El mercado en general predice una caída interanual del 0.2%, y según informó Wallstreet.cn, instituciones locales como CICC incluso anticipan una caída del 0.4%, debido al efecto base alto y a la debilidad en los precios de los alimentos.
La tendencia del Índice de precios al productor (IPP) tampoco es optimista. La deflación en el sector industrial continúa, en línea con la débil demanda final y la caída en los precios de las materias primas.
Deflación y competencia interna: la difícil situación de Beijing
Beijing enfrenta una situación económica cada vez más difícil. Por un lado, las autoridades han intensificado los esfuerzos para combatir la “competencia interna” mediante medidas para reducir la sobrecapacidad, limpiar el entorno competitivo y apoyar los precios en varios sectores industriales clave.
Por otro lado, estas políticas podrían presionar el empleo a corto plazo, especialmente en sectores con baja productividad o altos niveles de endeudamiento.
Según el análisis del Banco de París, “el éxito de esta estrategia dependerá de la capacidad del gobierno para mantener el apoyo a la demanda interna”.
Sin embargo, las medidas actuales siguen siendo cautelosas. Aunque se han lanzado subsidios al consumo, subsidios infantiles y reducciones de tasas de interés dirigidas, el gasto familiar sigue siendo frágil, con un crecimiento en las ventas minoristas de julio del 3.7%, por debajo del más del 5% en la primera mitad del año.
IPC de agosto: una publicación de alto riesgo
Los datos de inflación de China que se publicarán próximamente no son solo un indicador simple: serán un barómetro de la credibilidad de la política económica del país.
Si se confirma una expectativa de volver a entrar en territorio deflacionario, el mercado podría anticipar que las autoridades tomarán medidas más contundentes, ya sea mediante una política monetaria expansiva o nuevas medidas fiscales para apoyar la demanda.
En cuanto al Renminbi, en el corto plazo podría seguir fortaleciéndose frente al dólar, a menos que ocurran sorpresas positivas en los precios o cambios políticos imprevistos.
Creo que esta lucha entre deflación y lucha contra ella refleja en realidad el dolor de la transformación económica de China. Los responsables de la política deben encontrar un equilibrio entre la estabilidad a corto plazo y los ajustes estructurales a largo plazo, lo cual no es tarea fácil. Si los datos del IPC de mañana siguen empeorando, el Renminbi podría enfrentarse a nuevas pruebas de resistencia.