La actual situación económica de Estados Unidos es como un barco navegando en una densa niebla, sin dirección clara y con un futuro incierto. La Reserva Federal (FED) y los participantes del mercado están avanzando a tientas en esta niebla, mientras que, bajo la superficie tranquila, hay un tumulto oculto.
Lo más preocupante es que Estados Unidos se encuentra en un periodo crítico de vacío de datos. Debido a que el gobierno ha estado paralizado durante tres semanas, los datos oficiales de empleo aún no se han reanudado, lo que ha llevado a los responsables de la toma de decisiones a depender de datos de alta frecuencia y reportes económicos locales dispersos para reconstruir la imagen completa de la economía. Aunque esta información fragmentada sugiere que el impulso del crecimiento del empleo podría estar disminuyendo, la falta de datos autorizados hace que todos los juicios sean poco claros.
Más preocupante es que La Reserva Federal (FED) ha descubierto a través de investigaciones de campo que el sector de consumo, que había permanecido fuerte, comienza a mostrar signos de debilidad. El consumo de contacto, como el comercio minorista y la restauración, comienza a retroceder, y la tasa de ahorro de los grupos de bajos ingresos ha caído por debajo del nivel de advertencia, lo que podría indicar que el último soporte del poder de consumo está desapareciendo gradualmente.
Al mismo tiempo, el índice de confianza en la industria manufacturera y en los servicios también está disminuyendo. Las expectativas de pedidos de las pequeñas y medianas empresas han caído cerca de la línea de crecimiento, lo que sugiere que la sombra de "contracción de la demanda" se está extendiendo por toda la cadena industrial.
En este caso, la Reserva Federal (FED) se enfrenta a un dilema: si continúa endureciendo la política, podría causar un daño adicional a una economía ya frágil; pero si elige relajar la política, teme que pueda provocar un rebote de la inflación. Esto hace que cada decisión de la Reserva Federal (FED) sea excepcionalmente cautelosa y difícil.
En general, la economía de Estados Unidos se encuentra en un período crítico lleno de incertidumbre. La falta de datos económicos precisos y oportunos dificulta que los responsables de la toma de decisiones y los participantes del mercado puedan captar con precisión el pulso de la economía, lo que aumenta la incertidumbre sobre la dirección futura de la economía. En este contexto, la formulación de políticas de la Reserva Federal (FED) enfrentará desafíos sin precedentes, y necesitará tomar decisiones que equilibren los intereses de todas las partes con información limitada.
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ClassicDumpster
· hace5h
tomar a la gente por tonta就完事了
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GasFeeTears
· hace5h
Ay, la economía global se ha ido al traste.
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GhostAddressMiner
· hace5h
Seis grandes direcciones de creadores de mercado están cruzando frecuentemente la cadena ETH-BTC. Parece que ya sabían de esta Gran caída.
La actual situación económica de Estados Unidos es como un barco navegando en una densa niebla, sin dirección clara y con un futuro incierto. La Reserva Federal (FED) y los participantes del mercado están avanzando a tientas en esta niebla, mientras que, bajo la superficie tranquila, hay un tumulto oculto.
Lo más preocupante es que Estados Unidos se encuentra en un periodo crítico de vacío de datos. Debido a que el gobierno ha estado paralizado durante tres semanas, los datos oficiales de empleo aún no se han reanudado, lo que ha llevado a los responsables de la toma de decisiones a depender de datos de alta frecuencia y reportes económicos locales dispersos para reconstruir la imagen completa de la economía. Aunque esta información fragmentada sugiere que el impulso del crecimiento del empleo podría estar disminuyendo, la falta de datos autorizados hace que todos los juicios sean poco claros.
Más preocupante es que La Reserva Federal (FED) ha descubierto a través de investigaciones de campo que el sector de consumo, que había permanecido fuerte, comienza a mostrar signos de debilidad. El consumo de contacto, como el comercio minorista y la restauración, comienza a retroceder, y la tasa de ahorro de los grupos de bajos ingresos ha caído por debajo del nivel de advertencia, lo que podría indicar que el último soporte del poder de consumo está desapareciendo gradualmente.
Al mismo tiempo, el índice de confianza en la industria manufacturera y en los servicios también está disminuyendo. Las expectativas de pedidos de las pequeñas y medianas empresas han caído cerca de la línea de crecimiento, lo que sugiere que la sombra de "contracción de la demanda" se está extendiendo por toda la cadena industrial.
En este caso, la Reserva Federal (FED) se enfrenta a un dilema: si continúa endureciendo la política, podría causar un daño adicional a una economía ya frágil; pero si elige relajar la política, teme que pueda provocar un rebote de la inflación. Esto hace que cada decisión de la Reserva Federal (FED) sea excepcionalmente cautelosa y difícil.
En general, la economía de Estados Unidos se encuentra en un período crítico lleno de incertidumbre. La falta de datos económicos precisos y oportunos dificulta que los responsables de la toma de decisiones y los participantes del mercado puedan captar con precisión el pulso de la economía, lo que aumenta la incertidumbre sobre la dirección futura de la economía. En este contexto, la formulación de políticas de la Reserva Federal (FED) enfrentará desafíos sin precedentes, y necesitará tomar decisiones que equilibren los intereses de todas las partes con información limitada.