Recientemente, el rendimiento de la libra esterlina frente al dólar ha sido fuerte, manteniéndose cerca de 1.3300. Este rendimiento se debe en gran medida a los datos de empleo no agrícola de EE. UU. que fueron decepcionantes el viernes pasado, lo que impulsó las expectativas del mercado sobre la tendencia dovish de La Reserva Federal (FED).

En julio, la economía de EE. UU. creó 73,000 empleos, muy por debajo de la expectativa previa de 110,000. El mercado también tiene grandes expectativas de que el Banco de Inglaterra reducirá las tasas de interés el jueves.

En el período de negociación europeo, la libra esterlina se mantiene al alza frente al dólar estadounidense, resistiendo la debilidad del dólar. La Reserva Federal (FED) anunciará en la reunión de política de septiembre si bajará las tasas de interés, y actualmente el mercado espera en gran medida que lo haga. Según la herramienta CME FedWatch, la probabilidad de un recorte ha saltado del 41.2% del jueves al 80.8%.

La situación de la Reserva Federal sigue siendo volátil, y debido a la renuncia repentina de Adriana Kugler, el mercado está lleno de expectativas de que la Reserva Federal podría reanudar la flexibilización monetaria a partir de septiembre. Este cambio podría influir en las decisiones futuras sobre las tasas de interés, en combinación con los ajustes de políticas realizados durante el mandato de Trump.

Este evento de renuncia le da a Trump la oportunidad de moldear aún más la estructura del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Según los analistas, esto también tendrá un impacto importante en la dirección de las decisiones del FOMC.

En la dinámica del mercado de esta semana, el movimiento de la libra esterlina podría verse afectado por las acciones del Banco de Inglaterra. Los inversores esperan que esta semana el Banco de Inglaterra reduzca la tasa de interés en 25 puntos básicos. Frente a la presión de los precios y el enfriamiento del mercado laboral, el banco realizará un ajuste cauteloso en su orientación sobre tasas de interés. Especialmente tras la reciente publicación de datos que indican que la actividad de contratación se ha desacelerado entre mayo y junio, mientras que la inflación ha superado las expectativas.

Los inversores también están atentos a los datos del índice de gerentes de compras (PMI) del sector servicios de julio de Reino Unido y Estados Unidos que se publicarán este martes. Especialmente en lo que respecta a la imparcialidad de los datos, algunos inversores cuestionan la imparcialidad de los datos de Estados Unidos después de que el presidente Trump destituyera a la directora de la Oficina de Estadísticas Laborales, Erika McEntarfer.

Desde un análisis técnico, aunque la libra esterlina ha mostrado cierta recuperación frente al dólar estadounidense, el impulso alcista sigue siendo insuficiente. La libra se encuentra rondando el 1.3300, con un impulso ascendente débil. Hacia abajo, el mínimo de 1.3140 es un soporte clave, mientras que el máximo de 1.3385 representa una resistencia principal. En términos de indicadores técnicos, el índice de fuerza relativa de la libra se aproxima a niveles de sobreventa, lo que muestra una tendencia a la baja sostenida.