Ethereum está enfrentando una de sus semanas más turbulentas en años, ya que las disputas internas sobre liderazgo e influencia han salido a la luz pública.
Una carta filtrada del desarrollador principal de larga data Péter Szilágyi acusa a Vitalik Buterin y a un pequeño círculo íntimo de controlar la dirección de la segunda blockchain más grande del mundo, lo que provocó una disputa abierta que pronto atrajo a importantes voces de la industria.
Luchas de poder sacuden el núcleo de Ethereum
La nota de Szilágyi, enviada a la Fundación Ethereum pero posteriormente hecha pública, describe lo que él llama una “cultura de puertas cerradas” donde un puñado de desarrolladores y algunos inversores de riesgo deciden efectivamente qué proyectos tienen éxito. Advertía que la promesa de descentralización de Ethereum está siendo socavada desde dentro, afirmando que la influencia ahora está más ligada a conexiones que al mérito técnico. La carta rápidamente se propagó por la comunidad, provocando acalorados debates sobre gobernanza, transparencia y si Ethereum se ha alejado demasiado de su ethos de base.
La controversia se amplió cuando Sandeep Nailwal, cofundador de Polygon, entró en la discusión, expresando frustración con la política interna del ecosistema. En una publicación contundente, dijo que la comunidad de Ethereum se había vuelto caótica y despectiva con los contribuyentes como Polygon, cuya tecnología de capa 2 ha desempeñado un papel importante en el crecimiento de Ethereum. Según Nailwal, la estructura social de la red recompensa la alineación con los miembros internos sobre la innovación, dejando incluso a los principales constructores sintiéndose alienados. Agregó que el valor de mercado de Polygon podría ser mucho más alto si se distanciara completamente de la marca de Ethereum.
La frustración de Polygon añade leña al fuego
Los comentarios de Nailwal tocaron un nervio: los seguidores los vieron como una crítica tardía, mientras que otros lo acusaron de exageración. Sin embargo, sus observaciones destacaron una creciente inquietud entre los desarrolladores que creen que el liderazgo de Ethereum ya no refleja sus ideales de código abierto.
Frente a las crecientes críticas, Vitalik Buterin respondió públicamente, agradeciendo a Polygon por su compromiso a largo plazo y destacando su progreso en escalado y tecnología de conocimiento cero. Reconoció que el trabajo de Polygon en las primeras pruebas de ZK ayudó a allanar el camino para la próxima evolución de Ethereum, donde la verificación de transacciones podría costar menos de una fracción de centavo. Buterin también elogió los esfuerzos benéficos de Nailwal, incluyendo su decisión de redirigir millones en ingresos de criptomonedas a la investigación médica, enmarcándolo como prueba de que “el espíritu de contribución de Ethereum está vivo.”
Sin embargo, los observadores dicen que el tono conciliador de Buterin puede no ser suficiente para calmar las crecientes divisiones. Lo que comenzó como un debate técnico se ha convertido en un ajuste de cuentas sobre el poder, el propósito y si Ethereum puede seguir siendo innovador y verdaderamente descentralizado a medida que madura.
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Ethereum en crisis mientras un desarrollador principal acusa a Buterin de control centralizado
Ethereum está enfrentando una de sus semanas más turbulentas en años, ya que las disputas internas sobre liderazgo e influencia han salido a la luz pública.
Una carta filtrada del desarrollador principal de larga data Péter Szilágyi acusa a Vitalik Buterin y a un pequeño círculo íntimo de controlar la dirección de la segunda blockchain más grande del mundo, lo que provocó una disputa abierta que pronto atrajo a importantes voces de la industria.
Luchas de poder sacuden el núcleo de Ethereum
La nota de Szilágyi, enviada a la Fundación Ethereum pero posteriormente hecha pública, describe lo que él llama una “cultura de puertas cerradas” donde un puñado de desarrolladores y algunos inversores de riesgo deciden efectivamente qué proyectos tienen éxito. Advertía que la promesa de descentralización de Ethereum está siendo socavada desde dentro, afirmando que la influencia ahora está más ligada a conexiones que al mérito técnico. La carta rápidamente se propagó por la comunidad, provocando acalorados debates sobre gobernanza, transparencia y si Ethereum se ha alejado demasiado de su ethos de base.
La controversia se amplió cuando Sandeep Nailwal, cofundador de Polygon, entró en la discusión, expresando frustración con la política interna del ecosistema. En una publicación contundente, dijo que la comunidad de Ethereum se había vuelto caótica y despectiva con los contribuyentes como Polygon, cuya tecnología de capa 2 ha desempeñado un papel importante en el crecimiento de Ethereum. Según Nailwal, la estructura social de la red recompensa la alineación con los miembros internos sobre la innovación, dejando incluso a los principales constructores sintiéndose alienados. Agregó que el valor de mercado de Polygon podría ser mucho más alto si se distanciara completamente de la marca de Ethereum.
La frustración de Polygon añade leña al fuego
Los comentarios de Nailwal tocaron un nervio: los seguidores los vieron como una crítica tardía, mientras que otros lo acusaron de exageración. Sin embargo, sus observaciones destacaron una creciente inquietud entre los desarrolladores que creen que el liderazgo de Ethereum ya no refleja sus ideales de código abierto.
Frente a las crecientes críticas, Vitalik Buterin respondió públicamente, agradeciendo a Polygon por su compromiso a largo plazo y destacando su progreso en escalado y tecnología de conocimiento cero. Reconoció que el trabajo de Polygon en las primeras pruebas de ZK ayudó a allanar el camino para la próxima evolución de Ethereum, donde la verificación de transacciones podría costar menos de una fracción de centavo. Buterin también elogió los esfuerzos benéficos de Nailwal, incluyendo su decisión de redirigir millones en ingresos de criptomonedas a la investigación médica, enmarcándolo como prueba de que “el espíritu de contribución de Ethereum está vivo.”
Sin embargo, los observadores dicen que el tono conciliador de Buterin puede no ser suficiente para calmar las crecientes divisiones. Lo que comenzó como un debate técnico se ha convertido en un ajuste de cuentas sobre el poder, el propósito y si Ethereum puede seguir siendo innovador y verdaderamente descentralizado a medida que madura.