【Bloquear律动】20 de octubre, el cierre del gobierno de EE. UU. entra en su día 19, estallando marchas en varias partes del país bajo el lema “no queremos rey”, donde los manifestantes acusan al gobierno de Trump de deslizarse hacia el autoritarismo. Esta es la tercera ola de protestas a nivel nacional desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, desde Times Square en Nueva York hasta Portland y Los Ángeles, la multitud grita consignas como “resistir al fascismo” y “el pueblo manda”, simbolizando que la sociedad estadounidense se encuentra en una oposición crítica entre el poder y la confianza constitucional.
El Partido Republicano ha descalificado esta acción como una “reunión de odio contra América”, pero el lugar de la protesta se asemeja más a un carnaval simbólico de la lucha liberal contra la autoridad. El prolongado cierre del gobierno no solo debilita el funcionamiento administrativo, sino que también genera ansiedad en el mercado por la parálisis de las políticas. La parálisis en las negociaciones de deuda, la congelación del presupuesto y la interrupción de los servicios públicos han presionado a la tendencia de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU.; según la observación de los precios del mercado, el índice de volatilidad VIX ha aumentado y el índice del dólar ha retrocedido, lo que indica una disminución en la preferencia por activos de riesgo.
Los analistas señalan que esta agitación política no solo es un enfrentamiento entre la opinión pública y el poder, sino que también simboliza una prueba de estrés de la confianza en el sistema estadounidense. Si el cierre del gobierno persiste, el impacto en los mercados financieros se expandirá desde el nivel de liquidez hasta el nivel de confianza estructural, especialmente en el contexto de que los fondos globales ya han comenzado a dudar de la estabilidad de las políticas estadounidenses. El próximo paso del mercado podría depender de si las instituciones políticas pueden reconstruir un consenso en medio de la división.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
8 me gusta
Recompensa
8
3
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
WhaleWatcher
· hace14h
Cuanto más ruido, más grande. ¿Los tontos también juegan a la política?
Ver originalesResponder0
MetaverseVagrant
· hace14h
¿Realmente las acciones estadounidenses van a terminar esta vez?
El gobierno de EE. UU. estuvo en paro durante 19 días, las protestas de la población provocaron una mayor Fluctuación en los mercados financieros.
【Bloquear律动】20 de octubre, el cierre del gobierno de EE. UU. entra en su día 19, estallando marchas en varias partes del país bajo el lema “no queremos rey”, donde los manifestantes acusan al gobierno de Trump de deslizarse hacia el autoritarismo. Esta es la tercera ola de protestas a nivel nacional desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, desde Times Square en Nueva York hasta Portland y Los Ángeles, la multitud grita consignas como “resistir al fascismo” y “el pueblo manda”, simbolizando que la sociedad estadounidense se encuentra en una oposición crítica entre el poder y la confianza constitucional.
El Partido Republicano ha descalificado esta acción como una “reunión de odio contra América”, pero el lugar de la protesta se asemeja más a un carnaval simbólico de la lucha liberal contra la autoridad. El prolongado cierre del gobierno no solo debilita el funcionamiento administrativo, sino que también genera ansiedad en el mercado por la parálisis de las políticas. La parálisis en las negociaciones de deuda, la congelación del presupuesto y la interrupción de los servicios públicos han presionado a la tendencia de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU.; según la observación de los precios del mercado, el índice de volatilidad VIX ha aumentado y el índice del dólar ha retrocedido, lo que indica una disminución en la preferencia por activos de riesgo.
Los analistas señalan que esta agitación política no solo es un enfrentamiento entre la opinión pública y el poder, sino que también simboliza una prueba de estrés de la confianza en el sistema estadounidense. Si el cierre del gobierno persiste, el impacto en los mercados financieros se expandirá desde el nivel de liquidez hasta el nivel de confianza estructural, especialmente en el contexto de que los fondos globales ya han comenzado a dudar de la estabilidad de las políticas estadounidenses. El próximo paso del mercado podría depender de si las instituciones políticas pueden reconstruir un consenso en medio de la división.