Se espera que el Banco de Rusia implemente una significativa reducción de 200 puntos base en la tasa de interés este viernes, ya que la economía del país continúa desacelerándose. Tanto la producción como las ganancias corporativas están por debajo de las proyecciones, lo que indica una necesidad urgente de ajuste en la política monetaria.
Según los analistas del mercado, esta decisión revertiría efectivamente las subidas de tasas implementadas el año pasado, que vieron los costos de endeudamiento alcanzar un pico del 21% antes de que el banco central iniciara su ciclo de flexibilización en junio. La mayoría de los economistas encuestados anticipan que la tasa clave caerá al 16%, con uno pronosticando una reducción de 100 puntos base, y otro prediciendo que no habrá cambios respecto a la tasa actual del 18%. Esta posible segunda reducción consecutiva de 2 puntos subraya el rápido enfriamiento de la economía rusa.
El crecimiento económico del año ya ha caído al extremo inferior del rango proyectado del 1%-2% del banco central, con algunos expertos sugiriendo que la cifra del año completo podría ser incluso más baja. El crecimiento de la producción industrial de julio del 0.7% marca un fuerte descenso respecto al 2% de junio y se queda muy por debajo de las previsiones.
La presión empresarial aumenta a medida que la demanda se debilita
La comunidad empresarial rusa ha estado abogando por un financiamiento más asequible durante meses, con muchas empresas luchando bajo altas tasas de interés desde finales de 2024. La respuesta del Banco de Rusia llegó en junio, cuando la inflación, ajustada por factores estacionales, se acercó al 4%.
Los datos recientes muestran que la inflación se desacelera a aproximadamente 2% en julio, excluyendo las tarifas de servicios públicos reguladas. El banco central reconoció esta tendencia, afirmando: “La presión inflacionaria ha disminuido significativamente”, allanando el camino para recortes de tasas más sustanciales.
El economista jefe de Renaissance Capital, Oleg Kouzmin, señaló que la desaceleración económica se ha intensificado desde la última reunión de establecimiento de tasas. “La desaceleración notable en la actividad empresarial, que ha empeorado claramente desde la reunión anterior, es el principal argumento para una reducción de 200 puntos base”, explicó Kouzmin, destacando el deterioro general en el rendimiento corporativo.
Sin embargo, hay una falta de consenso entre el liderazgo de Rusia con respecto a la gravedad de la situación económica. Mientras que el Ministro de Economía, Maxim Reshetnikov, se alinea con los analistas que advierten de una desaceleración más aguda de lo esperado, el Banco de Rusia sostiene que la economía todavía está “sobrecalentada”, aunque menos que a principios de año.
Las principales instituciones financieras también difieren en sus evaluaciones. El CEO de Sberbank, Herman Gref, caracterizó el entorno actual como “estancamiento técnico”, advirtiendo al banco central sobre permitir una recesión completa. En contraste, el CEO de VTB, Andrey Kostin, declaró que no ha observado ninguna “deterioro económico significativo en el último trimestre” y no ve riesgos graves inmediatos.
Desafíos por delante: Gasto, Déficit y Expectativas de Inflación
La próxima decisión de tasas está programada para la 1:30 p.m. hora de Moscú el viernes, con la conferencia de prensa de la Gobernadora Elvira Nabiullina que seguirá a las 3 p.m. A pesar de la desaceleración de la inflación, el banco enfrenta desafíos adicionales.
Las escasez de combustible nacional está impulsando los precios de la gasolina, y el rublo está bajo presión. Además, las persistentes altas expectativas de inflación están haciendo que el banco se acerque a los recortes de tasas agresivos con cautela.
Las preocupaciones fiscales también juegan un papel crucial. El banco ha advertido repetidamente que un aumento del gasto gubernamental o objetivos de déficit más altos podrían exacerbar la inflación. Este escenario parece cada vez más probable, dado el desvío actual de los objetivos fiscales.
La caída de los ingresos por petróleo presenta un desafío significativo. Los planes de Moscú para reducir su déficit impulsado por la guerra en 2025 ahora parecen poco realistas. El Ministerio de Finanzas informa que el gasto ya había alcanzado el 67% del plan anual a finales de agosto.
El déficit ha alcanzado el 1.9% del PIB, o 4.2 billones de rublos, superando el objetivo del 1.7% para todo el año. Esta situación añade presión a los responsables de la política que intentan equilibrar el crecimiento y las preocupaciones sobre la inflación.
Con el crecimiento económico ahora rezagado respecto a los objetivos y la presión política en aumento, todos los indicadores apuntan hacia otro recorte sustancial de tasas el viernes. Sin embargo, no está claro si este movimiento será suficiente para aliviar las preocupaciones empresariales, abordar la débil demanda y estabilizar el rublo.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Banco Central de Rusia preparado para un recorte agresivo de tasas en medio de la desaceleración económica
Se espera que el Banco de Rusia implemente una significativa reducción de 200 puntos base en la tasa de interés este viernes, ya que la economía del país continúa desacelerándose. Tanto la producción como las ganancias corporativas están por debajo de las proyecciones, lo que indica una necesidad urgente de ajuste en la política monetaria.
Según los analistas del mercado, esta decisión revertiría efectivamente las subidas de tasas implementadas el año pasado, que vieron los costos de endeudamiento alcanzar un pico del 21% antes de que el banco central iniciara su ciclo de flexibilización en junio. La mayoría de los economistas encuestados anticipan que la tasa clave caerá al 16%, con uno pronosticando una reducción de 100 puntos base, y otro prediciendo que no habrá cambios respecto a la tasa actual del 18%. Esta posible segunda reducción consecutiva de 2 puntos subraya el rápido enfriamiento de la economía rusa.
El crecimiento económico del año ya ha caído al extremo inferior del rango proyectado del 1%-2% del banco central, con algunos expertos sugiriendo que la cifra del año completo podría ser incluso más baja. El crecimiento de la producción industrial de julio del 0.7% marca un fuerte descenso respecto al 2% de junio y se queda muy por debajo de las previsiones.
La presión empresarial aumenta a medida que la demanda se debilita
La comunidad empresarial rusa ha estado abogando por un financiamiento más asequible durante meses, con muchas empresas luchando bajo altas tasas de interés desde finales de 2024. La respuesta del Banco de Rusia llegó en junio, cuando la inflación, ajustada por factores estacionales, se acercó al 4%.
Los datos recientes muestran que la inflación se desacelera a aproximadamente 2% en julio, excluyendo las tarifas de servicios públicos reguladas. El banco central reconoció esta tendencia, afirmando: “La presión inflacionaria ha disminuido significativamente”, allanando el camino para recortes de tasas más sustanciales.
El economista jefe de Renaissance Capital, Oleg Kouzmin, señaló que la desaceleración económica se ha intensificado desde la última reunión de establecimiento de tasas. “La desaceleración notable en la actividad empresarial, que ha empeorado claramente desde la reunión anterior, es el principal argumento para una reducción de 200 puntos base”, explicó Kouzmin, destacando el deterioro general en el rendimiento corporativo.
Sin embargo, hay una falta de consenso entre el liderazgo de Rusia con respecto a la gravedad de la situación económica. Mientras que el Ministro de Economía, Maxim Reshetnikov, se alinea con los analistas que advierten de una desaceleración más aguda de lo esperado, el Banco de Rusia sostiene que la economía todavía está “sobrecalentada”, aunque menos que a principios de año.
Las principales instituciones financieras también difieren en sus evaluaciones. El CEO de Sberbank, Herman Gref, caracterizó el entorno actual como “estancamiento técnico”, advirtiendo al banco central sobre permitir una recesión completa. En contraste, el CEO de VTB, Andrey Kostin, declaró que no ha observado ninguna “deterioro económico significativo en el último trimestre” y no ve riesgos graves inmediatos.
Desafíos por delante: Gasto, Déficit y Expectativas de Inflación
La próxima decisión de tasas está programada para la 1:30 p.m. hora de Moscú el viernes, con la conferencia de prensa de la Gobernadora Elvira Nabiullina que seguirá a las 3 p.m. A pesar de la desaceleración de la inflación, el banco enfrenta desafíos adicionales.
Las escasez de combustible nacional está impulsando los precios de la gasolina, y el rublo está bajo presión. Además, las persistentes altas expectativas de inflación están haciendo que el banco se acerque a los recortes de tasas agresivos con cautela.
Las preocupaciones fiscales también juegan un papel crucial. El banco ha advertido repetidamente que un aumento del gasto gubernamental o objetivos de déficit más altos podrían exacerbar la inflación. Este escenario parece cada vez más probable, dado el desvío actual de los objetivos fiscales.
La caída de los ingresos por petróleo presenta un desafío significativo. Los planes de Moscú para reducir su déficit impulsado por la guerra en 2025 ahora parecen poco realistas. El Ministerio de Finanzas informa que el gasto ya había alcanzado el 67% del plan anual a finales de agosto.
El déficit ha alcanzado el 1.9% del PIB, o 4.2 billones de rublos, superando el objetivo del 1.7% para todo el año. Esta situación añade presión a los responsables de la política que intentan equilibrar el crecimiento y las preocupaciones sobre la inflación.
Con el crecimiento económico ahora rezagado respecto a los objetivos y la presión política en aumento, todos los indicadores apuntan hacia otro recorte sustancial de tasas el viernes. Sin embargo, no está claro si este movimiento será suficiente para aliviar las preocupaciones empresariales, abordar la débil demanda y estabilizar el rublo.