Una wallet multisig es una billetera de criptomonedas que exige varias claves privadas para autorizar transacciones, a diferencia de las billeteras tradicionales, que solo requieren una clave. Este sistema de seguridad aumenta de forma significativa la protección de los activos al precisar la autorización de varios participantes, lo que reduce los riesgos por fallos únicos y la pérdida de claves privadas. Actualmente, la tecnología multisig se emplea en la gestión institucional de activos, la gobernanza en DAOs y la protección de grandes fondos, brindando a los usuarios una alternativa más segura y descentralizada para la custodia de sus activos.
La tecnología multisig nació en los primeros años de la red Bitcoin. En 2012, Gavin Andresen, uno de los desarrolladores principales de Bitcoin, presentó el concepto de transacciones multifirma, que se incorporó al protocolo de Bitcoin mediante los scripts P2SH (Pay to Script Hash). Esta innovación se ideó para afrontar los problemas de seguridad que sufrían instituciones y particulares al gestionar grandes cantidades de criptoactivos.
A medida que la tecnología blockchain avanzaba, las wallets multisig se expandieron desde los scripts de Bitcoin hacia otras muchas redes blockchain. Con la llegada de los smart contracts a Ethereum, la funcionalidad multisig se perfeccionó y se popularizó, dando lugar a soluciones ampliamente utilizadas como Gnosis Safe.
La evolución de las wallets multisig refleja cómo la industria blockchain ha ido explorando nuevos mecanismos de seguridad, marcando el paso de modelos de control con una sola clave a sistemas de gestión de permisos distribuidos, y sentando las bases para una administración segura de criptoactivos.
Las wallets multisig funcionan con una estructura de permisos “M de N”, es decir, de N autorizadores, al menos M deben aprobar una transacción para que esta se ejecute. El mecanismo concreto es el siguiente:
La implementación técnica de multisig varía según la plataforma:
Es importante señalar que la firma en wallets multisig puede realizarse tanto en cadena como fuera de cadena. Las firmas en cadena ofrecen transparencia total, mientras que las firmas fuera de cadena proporcionan mayor privacidad y menores comisiones.
Aunque las wallets multisig aportan garantías extra de seguridad, también presentan riesgos y desafíos propios:
Además, la incertidumbre regulatoria es otro factor relevante. En determinadas jurisdicciones, existen posturas regulatorias específicas respecto a activos bajo control de varias partes, por lo que empresas e instituciones deben analizar cuidadosamente los requisitos normativos antes de adoptar la tecnología multisig.
Con los avances tecnológicos, se están integrando nuevas soluciones como la recuperación social y el secret sharing en las wallets multisig para mitigar algunos de los riesgos mencionados y mejorar la seguridad y la experiencia de usuario.
Las wallets multisig suponen un avance clave en la gestión segura de criptoactivos, ya que reparten el control de los activos entre varios participantes en vez de concentrarlo en un único punto. Esta tecnología no solo refuerza la seguridad, sino que también fomenta la transparencia y la toma de decisiones colaborativa en las organizaciones. A medida que los ecosistemas blockchain y Web3 alcanzan una mayor madurez, las wallets multisig se han convertido en estándar para la gestión institucional de activos y en infraestructura fundamental para la gobernanza de DAOs. En el futuro, cabe esperar que la tecnología multisig integre de forma más profunda la autenticación, la recuperación social y la automatización mediante smart contracts, proporcionando a los usuarios soluciones de gestión de activos más flexibles, seguras y accesibles.
Compartir